

Pues si... aunque me duela admitirlo, regreso a las labores el dia de mañana.
Y aunque mi yo adulto me dice que ya era hora de trabajar y de seguir siendo productivo, el otro Gustavo, el yo niño, me sigue llorando por no querer ir a trabajar con normalidad. Y es que de verdad, los primeros días de estas vacaciones obligatorias me sentía aburrido porque no podía salir al cine, ni ir a tomar una copa o algo por el estilo, conforme pasaron los días la verdad es que me fui aclimatando bastante bien. Ni modo, a trabajar se ha dicho, lo que me consuela un poco es que ya casi es quincena, jejeje.
No hay comentarios:
Publicar un comentario